sábado, 4 de octubre de 2008

TRÁNSITO

¿De que cuerpo mi cuerpo

fue desgarrado un día?

¿Desde que aliento mi alma

vino a ocuparlo, inerme?

¿Quién, cruel demiurgo,

dejó la razón en mi equipaje,

y el oscuro sentimiento

de que existo a mi pesar?

¿Y la palabra, mis palabras

sus palabras?

El odio, la ambición y la lujuria

están bien como armas primordiales,

pero también se me han dado

el amor y la ternura y la emoción de la belleza.

Y, sobre todo, la duda,

esa informe oscuridad que me rodea,

trágico juego de espejos,

laberinto esencial donde transito.

Y así, criatura de un Creador

que me ha animado y que me anula

me siento a la orilla de mi vida

extendiendo una mano mendicante

de certezas.

Quizá un poco de amor

Fuera bastante.

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