martes, 8 de diciembre de 2009

La noche me ha acogido en su húmeda tristeza; me acuna junto a las músicas que duermen en las flores, ya casi disueltas, de los magnolios.
Y de ese sueño me naces, desde entrañas fatigadas de ausencias y extravíos, ahora fecundadas por el fulgor, como un antiguo abismo.
Me naces y me revives en noche feraz como la tierra. Me naces en la noche despoblada, como el milagro silencioso de la primera mirada.

No hay comentarios: